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Superando el Ecuador de la Quimio

El jueves pasado volvieron a envenenarme. Suena duro pero es así. Los efectos siguen aún conmigo pero poco a poco irán remitiendo. Lo rutinario se convierte en una tortura. Lavarte los dientes, echarte crema, abrir el frigorífico, cocinar, el aroma dulzón de mis narcisos que tanto me gustaba ...

¿Estáis esperando mi crónica de la sala-quimio? Pues ahí va. El tercer ciclo resultó ser muy tranquilo. Nada de monitores aullando a la vez para anunciar que el frasco estaba a punto de acabarse. Nada de pacientes entrando y saliendo. Cuando llegó mi turno ya estaban recibiendo sus correspondientes dosis dos mujeres, una de avanzada edad y otra no tanto que ya había conocido en el ciclo anterior y con la que coincidiría en este último. De ella puedo contaros que el próximo 23 de abril recibirá su último ciclo y que como yo también recibirá radio, luego es probable que volvamos a coincidir, pero que antes espera con ansias que llegue el 30 de mayo para celebrar la boda de su hija.

También coincidí con un par de pacientes más jóvenes que yo. El primero un chaval jovencísimo que con su meloso acento latino nos saludó a todas y alegremente nos contó que sólo le quedaban dos ciclos. Lamentablemente el chico no fue muy correspondido en su simpatía y optó por cerrar los ojos una vez que la enfermera le enchufó su dosis. La otra persona, también estuvo en la sala en mi pasado ciclo, pero ella no lo recibió en esa ocasión pues sus defensas no se lo permitieron. Así que con un "Bueno, que le vamos a hacer. La próxima vez será. Hay cosas peores." se marchó. Es admirable como nos conformamos y autoresignamos cuando no hay nada más que uno mismo pueda hacer.

Tampoco con ella me atreví a charlar en un principio. Me ha abandonado la curiosidad de los primeros ciclos, ya no sé bien si por discreción o por autoprotección. Me asusta saber lo que puede esconder una puerta. Sin embargo, la conversación surgió y me enteré de que después de 4 años había recaído. ¡Qué miedo sentí en ese momento y sentiría esa misma noche! ¡Cuesta tanto llegar al final! ¿A qué final? No sabía los ciclos que recibiría, sólo que el último tratamiento parecía estar funcionando. Y me marché con un ¡Hasta luego y mucha suerte! y terminé la tarde tomándome un zumo de naranja acompañado de una sabrosa torrija empapada en leche y salpicada en azúcar que por un instante me hizo olvidar lo que irremediablemente se me avecinaba, este sabor a metal que me atrofia el gusto y me altera el olfato.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo Marisol ya te queda menos, y no pienses en lo que te pueda suceder, cada persona es diferente y tú lo vas ha conseguir a la primera. Muchos besos

Anónimo dijo...

Inevitablemente la naturaleza humana siempre nos lleva a pensar en que pasara mañana...cuando somos felices nos preguntamos cuanto durara...cuando estamos enfermos igual...cuando llegará el final de la tortura y cuando volveré a oler una rosa de verdad...el miedo a lo desconocido muchas veces nos impide avanzar en el camino y sobre todo, nos impide disfrutar de cada minuto bueno de nuestras vidas; en tu caso, Marisol, supongo que la pérdida de gusto y olfato te impide centrarte y darte cuenta de lo que tu misma has dicho..el último tratamiento está funcionando, quedate con eso y repitelo en voz alta...parece que hasta que no escuchamos nuestras propias palabras no somos capaces de asimilarlas.

Desde mi pequeño rincón te mando toda la suerte y ánimo que mereces..piensa que los besos de tu marido, tus hijas y la gente que te quiere nunca saben a metal.

Un beso

Ana dijo...

Ya falta menos "super nena"!!! ¿Para cuándo la próxima comidita el La Partida?
Mil besos y toda la fuerza.

Ana

Anónimo dijo...

Estas hecha una campeona, la verdad es que leyendo los comentarios de la gente que te sigue y escribe, poco más queda que decirte hermana, pasado mañana vas a por tu quinto ciclo, ya lo tienes chupado, hoy te he visto y siempre te veo sonriente, eres un espejo en que mirarse, no dejes de luchar, sigue mirando hacia adelante y no tengas miedo de lo venga........... ánimo. Haber como te encuentras el viernes y si te apetece quedamos para comer como el otro día.

Besos.

Javi

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